
Cuatro días cargados de complicidad, en los que hemos tenido ocasión de compartir risas con amigos, conocer a personas estupendas, pasear en el silencio de la noche las calles de dos ciudades que nos traen recuerdos entrañables, Barcelona y Madrid.
A la llegada a nuestro reino, nuestro hogar, me has pedido Mi pequeño un recuerdo de esas "medallas" que tanto significan para ti, aquí te lo dejo, aunque en una fotografía no se puede mostrar el calor de tu entrega, el fuego de nuestros ojos, la intensidad de los momentos que hemos compartido.
Este es un simple grano de arena en todo lo que nos queda por vivir, juntos, como siempre cogidos de la mano.