20 marzo 2013

Guía Básica para azotar con seguridad

Vamos a realizar dos divisiones o estructuraciones a la hora de comprender las zonas del cuerpo que podemos azotar:

-       Anatomía humana:
o   Esqueleto (huesos); carecen de flexibilidad, una de sus funciones es actuar como sostén mecánico del cuerpo y sus partes blandas, funcionando como armazón que mantiene la morfología corporal. Un golpe de gran intensidad, una tensión inadecuada, etc, puede dar como resultado una fractura.

o   Musculatura (músculos y tendones): Las zonas desprotegidas de musculatura, son zonas a evitar a la hora de azotar, la parte inferior de la pierna, la espinilla y la parte posterior de esta, así como las articulaciones en general.

Músculo (Casualmente los músculos del culo, los glúteos, son gruesos, están protegidos por una capa de tejido adiposos sobre la piel, son cortos de longitud y además no protegen una estructura hueca, con lo cual es la típica zona donde se puede azotar a placer con casi todo tipo de aparatos sin correr graves riesgos).

Un músculo es un órgano formado por un conjunto de fibras musculares; estas fibras son contráctiles, es decir, son capaces de acortarse; y elásticas lo que significa que son capaces de estirarse.
Según su naturaleza, existen tres tipos de músculo: estriado o esquelético, liso o visceral y cardíaco.
Los músculos estriados conforman la musculatura esquelética del cuerpo y son controlados por la voluntad. A diferencia del músculo liso, su contracción es veloz y sufre rápidamente los efectos de la fatiga.

Tendón (Con los tendones hay que tener un especial cuidado, pues carecen de la elasticidad de los músculos. El efecto de una presión inadecuada, como pueden ser unos azotes mal dados sobre una zona tendinosa, podría producir una inflamación de éstos tendones; lo que se conoce como tendinitis. Esta es una lesión grave, difícil de curar, muy dolorosa y que puede reproducirse con muchísima facilidad.)

Un tendón es la parte del músculo estriado que sirve de unión entre el vientre muscular, o cuerpo del músculo, y las inserciones en los segmentos óseos correspondientes. Los tendones son de color blanco lechoso, consistencia fuerte y no contráctiles.
Hay músculos que tienen tendones muy cortos, mientras que otros tienen tendones realmente largos. Los tendones transmiten la fuerza muscular hacia los segmentos óseos para producir el movimiento del cuerpo.

Ligamento
Un ligamento es una estructura en forma de banda formada por tejido fibroso cuya función es unir y estabilizar los huesos en las articulaciones.
A diferencia de los tendones, que conectan músculos con hueso, los ligamentos interconectan huesos adyacentes entre sí; en una articulación, los ligamentos permiten y facilitan el movimiento dentro de las direcciones anatómicas naturales, mientras que restringe aquellos movimientos que son anatómicamente anormales, impidiendo lesiones o protrusiones que podrían surgir por este tipo de movimiento.

o   Órganos internos y  venas: Son zonas a evitar, especialmente la zona abdominal al carecer de protección ósea y ser más sensible a los impactos, estando más expuestos los órganos internos, así mismo debemos tener cuidado con las zonas arteriales (cuellos, por ejemplo). 

Órganos
Se da el nombre órgano a las partes diferenciadas del cuerpo que colaboran en la realización de una función.
Un aparato es el conjunto de órganos distintos por su estructura que contribuyen a realizar la misma función. Ejemplos de aparatos son el digestivo o el respiratorio.
Un sistema es un conjunto de órganos con idéntica estructura y origen embriológico. Un ejemplo de sistema es el sistema nervioso.
Los vasos sanguíneos de acuerdo con su diámetro se clasifican en arterias, venas y capilares. Es por ellos que constantemente circula toda nuestra sangre.
Las arterias
Una de las principales características de estos conductos, que parten del corazón, es que llevan sangre rica en oxígeno. Además, sus paredes son gruesas y resistentes y están formadas por tres capas; una interna o endotelial, una media con fibras musculares y elásticas; y una externa de fibras conjuntivas.
Para entregar su rico cargamento, las arterias también se ramifican y, de acuerdo con la forma que adopten, o hueso y órgano junto al cual corran, reciben diferentes nombres tales como coronaria, renal o humeral.

Las venas
A diferencia de las arterias, las paredes de las venas son menos flexibles, y cada ciertos espacios las válvulas que tienen impiden que la sangre caiga o retroceda por su propio peso. La labor de las venas es, una vez que la sangre ha descargado el oxígeno y recogido el anhídrido carbónico, conducirla de regreso hacia el corazón y los pulmones.
Estos conductos constan de dos capas, una endotelial y otra formada por fibras elásticas, musculares y conjuntivas.

Los capilares
Para facilitar el intercambio gaseoso entre la sangre y los tejidos, o entre la sangre y el aire que ha penetrado en los pulmones, es que existen los capilares. Estos son vasos sanguíneos que se hacen cada vez más finos a medida que se van ramificando en el cuerpo. La explicación de esta extrema delgadez es que están formados por una sola capa de células, la endotelia. De esta forma permiten que las células reciban oxígeno y expulsen el anhídrido carbónico.
Al comienzo de estos pequeños tejidos hay unas franjas que se relajan o contraen para permitir o impedir el paso de la sangre. En todo el cuerpo se estima que hay más de 60 mil kilómetros de ellos, siendo el punto más lejano del viaje que hace la sangre.

-       Útiles o herramientas, según características y forma los dividiremos en:
o    rígidos, flexibles, semiflexibles
o   Estrechos o anchos (recoredemos que a mayor superficie menor presión

Como hemos visto, una técnica incorrecta en una zona inadecuada puede producir serias lesiones. Por lo tanto, para un correcto azotado por toda la superficie corporal, hemos de estar adaptándonos constantemente a medios e intensidad.

El denominado bastinado o suplicio turco, que consiste en azotar las plantas de los pies con una vara, puede producir serias lesiones ya que la planta de los pies es muy sensible. Es una estructura exactamente igual que la mano, solamente que en nosotros se ha adaptado a la marcha, para recoger información del suelo sobre su textura, inclinación, etc.

Además describe una especie de mapa de todo lo que son los órganos de cuerpo, de tal modo que según la estimulación que reciban ciertos puntos de la planta de pie, desde los dedos hasta el talón, incluidos los tobillos, vamos a obtener diferentes respuestas orgánicas. Esto es lo que estudia y trata la reflexoterapia podal.

Por lo tanto si sobre los pies aplicamos un castigo indiscriminado, no solamente vamos a dañar su estructura, sino que podemos alterar el funcionamiento de diferentes órganos. Por lo tanto, el instrumento adecuado para castigar esta zona en una paleta de azotar, no una vara o una fusta, puesto que no se trata de torturar. ( http://www.podoortosis.com/a_introduccion/b01.htm )

Será mejor una paleta de azotar de las de forma de lengüeta como de tres centímetros de ancho, que no sea rígida para que se pueda adaptar a la superficie de pie y no produzca lesiones, ni en los tendones ni en las articulaciones del pie; y aplicar el azote con una fuerza media-baja.

Continuando una trayectoria ascendente, de la planta del pie pasaremos directamente a lo que es la pantorrilla, sin tocar prácticamente todo lo que hay en medio (desde la espinilla hasta los tobillos).

En la pantorrilla el castigo será muy similar al de la planta del pie, tal vez aumentando un poquito la fuerza (no demasiado), ya que tenemos los músculos que nos hacen ponernos de puntillas y que mueven el pie. Son unos músculos cortos, muy gruesos, muy potentes, pero que generalmente sufren muchas contracturas y se pueden lesionar con facilidad ya que soportan el peso de todo el cuerpo.

Seguimos hacia arriba y, respetando la rodilla, nos encontramos con los muslos, donde la estructura sea del fémur se ve envuelta por numerosos músculos muy potentes, muy largos y que permiten casi todo tipo de azotado; siendo especialmente sensible la zona interior.

A pesar de todo hay que tener muy en cuenta que este grupo muscular, junto con los de la pantorrilla, son los que nos permiten caminar y desplazarnos. Por lo tanto se van a resentir si se les castiga con severidad. Las lesiones, aunque transitorias, son muy visibles ya que la cojera o la dificultad de movimiento se nota enseguida.

Después encontramos el culo y los genitales. En el culo están los músculos glúteos y ya hemos comentado antes que es la zona de azotamiento por excelencia.

Los genitales son otra cosa. Los genitales femeninos se deberán de tratar como la planta del pie, por lo que respecta a los masculinos, el pene también se tratara como la planta del pie y los testículos como vísceras. Hay que tener mucho cuidado al golpear los testículos, no utilizar nunca objetos rígidos o semirígidos como palas de azotar, puesto que el dolor que se produce puede ser muy intenso y causar graves problemas.

La disposición de los testículos fuera del organismo se debe a que la producción espermática se realiza mejor a una temperatura inferior a la del cuerpo. Problemas que pueden presentarse:

Contusión
Si el golpe es importante puede producirse el estallido del testículo, varicocele (dilatación venosa) o un hematoma intratesticular, aunque lo más probable sea un hematoma extratesticular que abarque el tejido celular subcutáneano (bolsa testicular), con la consiguiente edematización (hinchazón) y cambio de coloración de la zona.
Estallido y/o hemamtoma intratesticular pueden producir una necrosis (muerte) del testículo con el subsiguiente cese de la producción espermática. El dolor que provoca la necrosis es hiperagudo y requiere trat quirúrgico de urgencia, en cambio en el hemantoma extrates. el dolor es de menos intensidad y es excepcional que se tenga que recurrir al drenaje quirúrjico.

Estrangulamiento
Con el estrangulamiento lo normal es que tengas un edema debido a que entra más sangre de la que puede salir (la sangre entra por las arterias que están en la profundidad y salen por las venas que están en la superficie). En casos extremos, este aumento de la presión puede también provocar necrosis o torsión de testículo.

Heridas, punciones
Con la asepsia adecuada y siempre que se huya de las partes nobles (tetículo y epidídimo), esta acción no tiene que acarrear complicaciones.
Siempre debes procurar cortar o perforar la piel, sin profundizar.

Un castigo adecuado en esta zona podría ser azotar con un latiguillo pequeño que pueda escocer, hacerle restallar o golpeteos muy suaves con la punta de una fusta acabada en una tirita de cuero. Hay que tener en cuenta que el recorrido que haga esta lengüeta de cuero no sea superior a quince centímetros y el golpe debe ser de intensidad muy suave.

Seguimos hacia arriba y nos encontramos la espalda, el tórax y el abdomen. La espalda es una estructura protegida por la columna vertebral y, en la zona superior, por las costillas; por lo tanto aquí el castigo que se impone ha de ser con objetos flexibles, golpes suaves con palas de azotar, con fustas y se puede emplear el látigo a gusto puesto que la estructura admite una elevada intensidad, pero también es verdad que las marcas que pueden dejarse tardan en desaparecer.

El abdomen es la parte donde están situadas la mayor parte de las vísceras y está protegido por los potentes músculos abdominales; no obstante, si golpeamos con un objeto semirrígido o rígido podríamos causar lesiones de importante consideración, dañando incluso alguno de los órganos internos.

Por lo tanto no está indicado utilizar ni palas ni objetos más duros y los azotes con látigo deberán de hacerse de forma que abracen desde los costados. No obstante, la intensidad debe ser suave, pues también están en esta zona los riñones que son muy delicados.

En el tórax, aunque está protegido totalmente por las costillas, hay que tener en cuenta que estas actúan como fuelle en la función respiratoria y por lo tanto un golpe fuerte con un objeto rígido o semirrígido podría producir un fallo en esa función. Además, el corazón que está situado debajo del esternón, podría ver alterado su ritmo normal si se acierta con un golpe fuerte en esta zona.

Tengamos en cuenta que cuando se produce una parada cardio-respiratoria la primera maniobra que se suele hacer es golpear fuerte el esternón y a continuación aplicar un masaje en esa zona con fuerza de forma rítmica. Por lo tanto si un corazón que late normalmente recibe un impacto en esa zona su funcionamiento se podría alterar; aparte que si producimos una hemorragia interna, la hemorragia podría producir un derrame con serias consecuencias.

Sin embargo, en esta zona nos encontramos con los pechos (o las tetillas en el caso de los hombres) que es una zona que requiere un exquisito trato por su alta sensibilidad. No es necesario aplicar una intensidad elevada en los golpes para obtener un suplicio adecuado.

Podemos dedicarnos a golpeteos pequeños, con azotes cortos, hacer restallar látigos también cortos o golpear con la lengüeta de cuero de una fusta, en un recorrido similar al que aplicábamos en los testículos y haciéndolo coincidir directamente sobre el pezón.

Por último nos encontramos con los carrillos de la cara y en esta zona yo me atrevería a recomendar solamente el abofeteado. De esta manera controlamos perfectamente la intensidad del golpe y hay que tener en cuenta que al ser una zona totalmente visible, su trato debe ser más humillante que doloroso.

Hablaremos ahora de la intensidad de los golpes de la que hemos estado hablando a lo largo de toda la descripción pseudo anatómica. Está dicho hasta la saciedad, que en el s/m, como en cualquier otra actividad, hay que empezar por cosas muy simples, muy sencillas e ir aprendiendo poco a poco.

Con la intensidad de los golpes sucede lo mismo. No todos los esclavos tienen el mismo aguante y por lo tanto hay que empezar suavemente; primero con azotes, con pequeños golpecitos y luego ir incrementando la intensidad a medida que vayan tolerándolo.

Hemos de tener en cuenta que es mucho más satisfactoria, para ambas partes, una tortura refinada que un apaleamiento bestial. Por lo tanto es más interesante el ir incrementando gradualmente la intensidad de los golpes que aplicar directamente estacazos cuyas consecuencias podían ser nefastas.

En un principio he hablado del principio físico que dice que, a mayor superficie mayor presión. Por lo tanto si golpeamos con una vara o con una fusta, cuyo diámetro apenas llega a un centímetro, la presión que ejercer este golpe ser mucho mayor, ocasionando algo similar a un corte.

Si golpeamos con una pala de azotar la intensidad se reparte uniformemente en toda la superficie de la pala. En resumen, si golpeamos con una fusta, con una vara o con un palo, podemos provocar golpes mucho más profundos, con lesiones vasculares como hematomas; cosa que difícilmente sucederá si azotáramos con la mano, con un zapato, con una pala de azotar, con una raqueta de ping-pong, etc.

Un hematoma en sí no tendría mayor trascendencia pero si eso se hace repetitivo puede llegar a dejar lesiones permanentes y alteraciones del tejido de graves consecuencias como podrían ser úlceras, etc. Por el contrario, la pala, la mano, etc., producen lesiones menos profundas, mucho más extensas, lo cual creo que a nosotros nos es mucho más interesante.

El azote formado por tiras de cuero de diferentes anchos es diferente al látigo, pues éste deja marcas más profundas, muy difíciles de disimular y que en ocasiones, si lo que golpea es la punta del látigo, deja incluso heridas abiertas. No obstante, la ventaja que presenta el látigo frente a la fusta es que es semirígido y va descargando la fuerza a medida que se agarra al cuerpo, por lo cual las lesiones son menores y el castigo se amplía a toda la zona que abarca el látigo.

Por último, para todos aquellos que se inician, les recomiendo, que además de empezar con suavidad, incrementando poco a poco la intensidad y duración del castigo, lo hagan también con objetos suficientemente amplios (zapatillas, paletas) y poco a poco, a medida que adquiera habilidad con éstos, vayan disminuyendo su tamaño y cambiando paulatinamente a otros, como pueden ser la vara, el látigo, el azote, etc.

El empleo de látigo, vara o fusta puede practicarse previamente como entrenamiento en un cojín de casa, para adquirir puntería, aplicar una fuerza equitativa y controlada. En el cojín debe quedar una marca no muy profunda y alargada cuya profundidad sea uniforme, pues cuanto más fino es el instrumento de castigo, más entrenamiento requiere para su correcto manejo y más peligrosa es su utilización.

Fuentes: http://www.esenciabdsm.com/visitantes/index.htm, así como diferentes web de medicina y anatomía humana.

31 enero 2013

Valores

Muchas vivencias se han sucedido en los últimos meses en mi vida, experiencias que me han abierto, aun más si cabe, la visión que tengo de la sociedad en la que vivo. Observo con tristeza que se están perdiendo los valores morales más básicos, todo parece tener un precio.

El sentido común, el honor, el respeto... ¿donde se han quedado?, no todos tenemos un precio, aun quedamos algunos especímenes en peligro de extinción que somos fieles a nosotros mismo, a nuestras creencias y a nuestra escala de valores.





28 septiembre 2012

Rasgos que definen a un buen dominante

Hace tiempo encontré en la red este escrito de Raven Shadowborne, aunque en mi opinión hay mucha más complejidades en la forma de actuar y ser de un rol, en este caso el Dominante, si habla de unos valores que muchas veces se olvidan y deberían ser básicos, no solo como Dominantes, sino, como seres humanos. 



Rasgos que definen a un buen dominante
He pasado mucho tiempo debatiendo con los demás sobre el estilo de vida que define a un buen dominante. Lo que diferencia a un verdadero dominante de un jugador o un “Quiero y no puedo”. He leído cada pedazo de material que he conseguido tener en mis manos.
Con la información obtenida de las conversaciones y de la documentación, he elaborado la siguiente lista de características.
La lista contiene aquellas cosas que aparecieron de forma repetitiva, tanto en las conversaciones como en la documentación que he manejado. Mi más sincero agradecimiento a Mistress Ice, EZ Riser, y Magistar en particular. Sus perspectivas y la honestidad de sus palabras me ayudaron a crear esta lista de la forma más concisa que pude.

Aceptación:
La aceptación de uno mismo, lo que está dentro de ti, cuáles son tus gustos, necesidades y deseos constituye a la vez la aceptación de tus limitaciones y las de tu sumiso. La capacidad para aceptar a otro ser humano tal como es, incluidos sus defectos.La aceptación de ser dominante y no sentir vergüenza por los deseos o necesidades que se tengan sino al contrario, sentirse a gusto por ello.

Comunicación:
Constituye la habilidad para hablar y discutir las cosas.
Es algo fundamental en cualquier relación y se convierte en una necesidad absoluta dentro de una relación.
Un dominante deberá tener la habilidad para comunicar sus necesidades, expectativas, deseos, temores, pensamientos, límites o cualquier otra cosa que pueda surgir.
La capacidad de hablar también pone en juego la honestidad y la veracidad de la dominante.
Una vez que la comunicación se inicia debería permanecer así siempre. No comunicar es poner en peligro física y emocionalmente al sumiso (por no hablarle de tus experiencias y necesidades).


Comprensión:
La capacidad de ver y tratar de comprender los aspectos emocionales de la mente de tu sumiso. Para entender y ser conscientes de la multitud de cosas que pueden afectar a un sumiso física, emocional y mentalmente. Para poder aplicar ese conocimiento a las muchas situaciones que surgen en la vida cotidiana que pueden ayudar a que tu sumiso pueda servirte dando lo mejor de sí mismo. Usar sabiamente la compasión te permitirá ayudar a tu sumiso y darle el apoyo que necesita en los malos momentos y hará de ti un mejor dominante. Alguien que comprende que dominante y sumiso son personas.
Sin compasión no eres un dominante, sólo serás un sádico.


Cortesía:
Se define por sí misma pero muchas personas me han pedido detalles sobre la cortesía.
Es la capacidad de mostrar buenos modales, favores y agradecimientos.
Dirigirse a los demás con un tono respetuoso de voz. Un dominante debe mostrar cortesía a sus sumisos y sumisas. Ser dominante no te da el derecho a ser grosero o cruel.
Esto incluye la cortesía con los demás dominantes

 
Gracia:
La elegancia en la forma en que dominante se presenta es un rasgo de la personalidad importante y deseable que la mayoría de los sumisos afirman preferir en un dominante.
La forma en que el dominante se comporta, su estilo a la hora de jugar, debe fluir con clase y con gracia. Sus actos no deben ser vacilantes, forzados o confusos.
Si el dominante no tiene esta habilidad de forma innata, debe estar dispuesto a aprender y desarrollarla.

Dominancia:
Este es el rasgo más importante en un dominante. Es la capacidad natural de liderazgo. Para ejercer el control de una manera respetuosa, inteligente y humilde.
La fuerza de carácter que le permite ejercer el control necesario en una relación de intercambio de poder. La capacidad de velar por el bienestar de la otra persona.



Honestidad:

Personalmente, pienso que no debería ser necesario decir lo siguiente, pero hay demasiadas personas que carecen de honestidad, por tanto hay que definirla y hablar sobre ella.
La honestidad es la capacidad de hablar, ser abiertos y sinceros acerca de lo que dice.
No esconder sus emociones, miedos, límites, fantasías, ideas y pensamientos.
No decirle al sumiso lo que usted piensa que él / ella quiere escuchar.
La honestidad es la base de la confianza, sin ella no hay confianza.
Y sin la confianza, no hay ninguna relación verdadera.
Un buen dominante es honesto, alguien que no miente o ni pretende engañar a nadie.
Que es veraz cuando habla.
Lo más importante es ser honesto acerca del nivel de experiencia, mentir sobre eso es poner en peligro la vida del sumiso
 
Humildad:
Esto es básicamente la capacidad de verse a sí mismo como falible.
Para verse como una persona, no sólo como dominante. Ver que a veces, las necesidades del dominante deben quedar en un plano secundario por el bien de la relación, (por ejemplo para resolver un desacuerdo, establecer límites o cosas de esa naturaleza). Un buen dominante sabe que va a cometer errores, que no es perfecto.
Debe sentirse orgulloso de sus habilidades, pero también saber que nunca se deja de aprender, tener seguridad en si mismo y no pretender ser el centro de atención en todo momento.
Esto permite que al dominante estar abierto a aprender cosas nuevas y a no pensar que lo sabe todo. Esto último hace entrar en juego la intimidación.
La intimidación es usar el estatus de dominante para presionar a los sumisos sin preocuparse por su bienestar.
La intimidación es una acción totalmente egoísta.
Un dominante que intimida a sus sumisos, solo conseguirá alejarlos de él y perder el respeto del resto de dominantes.
Esta falta de humildad generalmente enmascara una grave falta de autoestima o bien una naturaleza abusiva en el carácter de la persona, que usará el rol de dominante para desarrollar sus abusos.


 
Inteligencia:
No me refiero a la habilidad para resolver ecuaciones matemáticas o para desmontar y reconstruir un ordenador.
Aplicada a un buen dominante, la inteligencia es la capacidad para aprender la mejor forma de usar los juguetes antes de aplicarlos a los sumisos.
La voluntad y la capacidad de investigar y aprender sobre este estilo de vida.
La capacidad de tomar decisiones meditadas acerca de cuáles son sus necesidades y la forma de poder alcanzarlas y hasta donde llega su sentimiento de dominancia.
La capacidad de tomarse el tiempo necesario para aprender de su pareja fuera de rol, para conocerle como persona y aprender cuales son sus preferencias y las cosas que no son de su agrado.
La capacidad de aprender lo que agrada a su sumiso y tenerlo en cuenta.
El dominante debe tomar el tiempo y emplear su inteligencia en conocer las herramientas físicas y psicológicas de la dominación. A la vez que conocer la psicología de su sumiso.
No hay nada más feo que ver a un dominante ignorante tratando de utilizar la humillación como un instrumento de dominación.
La humillación es una herramienta difícil que requiere madurez, inteligencia y habilidad
.

 
Lealtad:
Este es un rasgo muy importante en un dominante.
Es la capacidad para defender su honor personal y mantenerse fiel al acuerdo entre usted y su sumiso, Ya sea un acuerdo referente a la monogamia o a cualquier otro tipo de aspecto.
La promiscuidad es un rasgo muy poco atractivo en un dominante y a la vez es peligrosa para el bienestar emocional de los sumisos que le sirven.


 
Paciencia:
Un buen dominante tiene paciencia. La capacidad de esperar. Ser insistente es ser irritante, no ser dominante.
Esto no significa que tenga que ser flojo o blando, sino saber cual es el momento adecuado para insistir y presionar, y cual no lo es.
Es también la capacidad de esperar por las cosas que necesitan tiempo para desarrollarse y ser aprendidas, especialmente dentro de ti mismo.
Para darse cuenta de que el sumiso necesita tiempo para aprender servirle y tener la paciencia de enseñarle las cosas que prefiere.

Orgullo:
Esta es la capacidad para conocer tus capacidades comprender que sólo una buena persona puede ser un buen dominante.
La capacidad de reconocer sus propias fortalezas, lo cual no significa que usted deba de cerrarse a las nuevas ideas.
Tampoco significa que se deban ignorar los defectos propios o tener un ego demasiado grande.
El orgullo de su carácter dominante es una cosa hermosa, la arrogancia o el falso orgullo son mortales. El falso orgullo suele enmascarar inseguridades que pueden llegar a amenazar la vida del sumiso.


 
Respeto:
Un buen dominante mostrará respeto en todo momento, incluso si se diera la situación en la que el sumiso llegara a demostrar que es indigno de su respeto.
Un dominante irrespetuoso no tendrá nunca el respeto del resto de los dominantes ni de los sumisos de su entorno.
Al mostrar tu respeto a los demás, te ganas el suyo.


 
Responsabilidad:
Un buen dominante debe tener sentido de la responsabilidad y ser consciente de que es quien tiene el control de la situación.
Se debe tomar en serio esta responsabilidad y actuar de tal manera sus sumisos y ellos mismos estén lo más seguros posible.
Un buen dominante debe asumir la responsabilidad por sus propios actos, además de admitir sus errores cuando los cometa sin tratar nunca de echarle la culpa a los demás.
Un buen dominante debe usar este sentido de la responsabilidad para aprender antes de actuar.


Autocontrol:
Un buen dominante debe tener el control de sí mismo antes pretender ejercer control sobre otras personas.
Un buen dominante jamás tendrá salidas de tono, ataques de rabia o cualesquiera otras acciones que muestren una falta de autocontrol.
Un dominante debe ser capaz de mantener sus necesidades físicas aparte si es necesario para la seguridad del sumiso en sesión
Un buen dominante también debe tener el control de sí mismo y la templanza necesaria para utilizar sus juguetes situaciones nuevas, que puedan resultar peligrosas y en las que no tenga experiencia.


 Autorespeto:
Un buen dominante se valora a sí mismo y respeta sus propios límites.
Un matón no emociona un sumiso.
Un sólido sentido de la autoestima es fundamental para un dominante. Su ausencia puede causar graves daños psicológicos al sumiso.
Esto no significa actuar como si fueras un regalo del cielo para el mundo de la dominación.



Servicio:
Esto es aplicable a los dominantes, pero no en el mismo sentido que a los sumisos.
Un dominante sirve a su sumiso por y a través de su dominación.
Mediante la aplicación inteligente de su naturaleza dominante, y la satisfacción de las necesidades físicas y emocionales del sumiso, el dominante también sirve al sumiso.
Un buen dominante es consciente de que sin el sumiso, él no es nadie.
También es consciente de que recibir la sumisión de una persona es un regalo.
El dominante apreciará este regalo, y hará todo lo posible para mantenerlo y no abusar de la situación.
Esta es la clave para una relación de intercambio de poder.

Estos son los rasgos que siempre he oído decir que hacen un buen dominante. Muchos de ellos se superponen y se refieren a otras características dentro de ellos. Y la mayoría son aplicables a todas las relaciones no sólo a los de D / s. Estos son los rasgos que siempre he oído decir a los sumisos que buscan en un dominante. No todo el mundo tiene estos rasgos de una manera innata, pero casi todos se pueden aprender. Pero esos rasgos reflejan lo que es un buen dominante.
Esta lista debe ser entendida como una ayuda informal y no pretende legislar sobre lo que define a un dominante.
Author: Raven Shadowborne © 1997 Autor: Raven Shadowborne © 1997
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19 septiembre 2012

Trampling, la mágia de dos almas entrelazadas




Para muchas personas esta disciplina consiste en pisar al sumiso o esclavo y utilizarlo como un trozo de alfombra, olvidando en muchas ocasiones que un mal paso y más si vas en tacones puede dar como resultado lesiones no solo externas, sino internas de una elevada gravedad.

A la hora de tomar contacto con esta disciplina, hemos de tener en cuenta varios puntos básicos:

  •       La persona que va a aguantar nuestro peso ha de tensar la musculación de su cuerpo para sostenernos, de el dependerá nuestro equilibrio y seguridad también. 
  •    Si vas a practicar trampling por primera vez, hazlo con los pies descalzos para sentir la musculación de tu sumiso/esclavo tensarse al notar tu peso, es conveniente que si no tiene experiencia, él se encuentre tumbado sobre su pecho de esta manera disfrutareis de la experiencia sin exponeros a lesiones innecesarias. Ambos tendréis que aprender a ser uno solo.
  •    Es importante saber donde se pisa,  un estudio básico de la anatomía humana nos indicará los puntos que debemos evitar a la hora de pisar.
  •    El segundo paso es aprender a pisar con calzado, utiliza un calzado plano y cómodo para los primeros contactos, la forma de pisar cambia, tendrás que aprender a andar sobre él. 
  •   Cuando te sientas seguro con el calzado, se puede introducir un zapato de tacón, debes recordar que el tacón se utiliza para marcar y aplicar dolor allí donde tú decides, pero no estás pisando el suelo de la calle, sino un ser humano, un tacón de aguja puede atravesar la piel y el musculo si tu resbalas, por eso has de sentirte segura al pisarlo, una opción para ello es utilizar un punto de sujeción.  A la hora de caminar sobre un cuerpo desnudo con tacones, utilizamos la zona delantera del pie (falanges y metatarsianos), como cuando caminamos de puntillas o se baila ballet, solo apoyaremos el talón (tarsianos) para realizar la presión que deseemos en su cuerpo desnudo.

Ser pisado es muy excitante y más cuando es uno de tus fetiches o fantasías, pero has de ser consciente de los daños que se pueden ocasionar si no se sabe hacer. El trampling, disciplina tomada muy a la ligera por muchas personas, puede ser mágico, excitante y convertirse en una adicción, pero, si no sabes lo que haces puedes provocar lesiones internas. Ante todo debemos recordar el sano, seguro y consensuado o al menos intentar que lo sea en la mayor medida de lo posible.

Esta es mi manera de practicarlo, no es una verdad universal, ni pretendo sentar un precedente, a mi me enseño un swicht a practicarlo y he intentado explicar de la mejor manera posible los conocimientos que esta persona aporto a mi vida.

Así es como aprendí yo, y gracias a ello, en la actualidad, puedo bailar sobre el cuerpo desnudo de mi sumiso sin riesgo a lesiones ni daños y garantizar un momento mágico, placentero y memorable ....

15 septiembre 2012

A mis acosadores secretos

Andando por estos mundos de Internet, he encontrado un artículo de lo más interesante que dedico con todo mi cariño a aquellos visitadores activos y silenciosos que se interesan constantemente por mi vida y mis experiencias de una manera insana, a vosotr@s, que no tenéis mejor tarea que llevar y traer, a vosotr@s que como las ratas os movéis en las sombras, intentando obtener alguna información jugosa para darle a la sin hueso, aquí os dejo este magnifico escrito, espero que no se os atragante demasiado :).

Vivimos una época resplandeciente de cotilleos, chismes y cuentos. Basta repasar las programaciones de los medios de comunicación y, básicamente, de revistas y cadenas de televisión, para concluir que el cotilleo campa a sus anchas. Muchas veces me he preguntado a qué se debe tal éxito social y desde mi pre-ocupación científica principal, es decir, cómo se comportan las estructuras del cerebro en la vida diaria, me he preguntado qué mecanismos se desencadenan en el cerebro de las personas cotillas, de las cotilleras y cotilleros, para que se obtenga tanto beneficio personal, familiar y social. 

Diccionario de Autoridades. Real Academia Española, 1729 (pág. 645,2)
Mi primera aventura investigadora la he centrado en averiguar cómo se fijó, limpió y dio esplendor a la palabra “cotilla” en la sociedad española, en su modo de hablar, sabiendo que cuando se construyen palabras es porque se introyectan en el lenguaje de una sociedad por aceptación popular. La primera vez que se encuentra la definición oficial de “cotilla” es en el Diccionario de Autoridades de la Real Academia, de 1729 (pág. 645,2), como diminutivo de la “cota”, es decir, un jubón sin mangas, una especie de armadura que se usaba en principio de cueros y después de mallas de hierro o de alambre gordo [sic], y que después se “suaviza” como una casaca de tela, embutida con barba de ballena y pespunteada, recogiendo en esta primera acepción un poema de la Autoridad de la época:
Éste, pues, por sus pecados,
Quiere a una niña de plata,
De esas de cotilla de oro,
Y de tabí de enaguas.
Es en 1927 la primera vez que se introduce en el Diccionario de la Real Academia (RAE Manual 1927, pág. 593, 1-2) un dibujo de la cotilla. Y hay que esperar hasta 1936 a que se introduzca, por primera vez, una segunda acepción del lema “cotilla” como mujer chismosa y parlanchina (RAE U 1936, 365,1). Asimismo, se introduce también una segunda acepción en el lema “cotillero”, con la siguiente definición: persona amiga de chismes y cuentos (RAE Usual 1937, pág. 365, 1). Creo que las fechas no son inocentes y coinciden con una etapa histórica del país, la II República, que permitía estas libertades, aunque con un severo toque machista, que todo hay que decirlo y que fija definitivamente el Régimen, manteniendo la acepción sin cambio alguno en sucesivas ediciones. En la edición de 1956, es la última vez que se incluye la acepción de “cotilla” como mujer chismosa y parlanchina. Es en la edición de 1970 cuando se introduce por primera vez en masculino y femenino la definición de cotilla (segunda acepción), como persona amiga de chismes y cuentos, que se ha mantenido hasta la última edición de 1992 (22ª). Es en esta edición donde se consagra también el lema “cotilla” como segunda acepción de la palabra “cotillero”, introducida en 1937, como persona amiga de chismes y cuentos.
Esta intrahistoria del vocablo traduce la actividad cerebral de la persona cotilla, como una acción vinculada en principio a mujeres, cotilleras, de por sí chismosas y parlanchinas, pero que posteriormente se reconoce a toda persona que es amiga de chismes y cuentos, sin olvidar que al unirse la palabra “cotilla” al vocablo cotillero, se puede deducir claramente que la actividad de cotilleo se llevaba a cabo, fundamentalmente, en los talleres de los cotilleros, artesanos nada inocentes y siempre rodeados de mujeres a las que hacían los ajustadores de ballenas. Me quedo con la última acepción extendida a toda clase de personas, para intentar dilucidar por qué el cerebro construye este rasgo de personalidad, de tanto éxito en el momento actual. Y los sucesivos diccionarios de la Real Academia son implacables desde el siglo XVIII con los chismes y con las personas chismosas, como identificador de este rasgo tan peculiar: persona que es cuentista, enredadora y que se ocupa en meter cizaña entre amigos y parientes y persona que es pesquisidora de cuanto pasa, y aún de lo que no pasa, inventora, parlera y chismosa (RAE A 1729, 325,1), ésta última definición atribuida a Fray Luis de León, en La Perfecta Casada §.9. Porque el chisme es murmuración o cuento con que alguno intenta descomponer una persona con otra metiendo cizaña, y refiriendo lo que no tiene necesidad de que se sepa. Chisme viene del latín Schisma, por ser este el efecto del chisme, la separación, el cisma, que siempre causa discordias y malas avenencias.
¿Por qué construye el cerebro chismes y cuentos, como perfecto cotilla? Sin lugar a dudas porque esta actividad produce bienestar y satisfacción en muchas personas, a través de neurotransmisores amables para determinadas estructuras cerebrales. Porque el cerebro, a través del sistema límbico, siempre busca el mejor camino para la satisfacción, porque garantiza el bienestar diario, aunque sea momentáneo, a ráfagas. El cerebro, que aprende perdiendo y ganando, agota el conocimiento de lo que pasa, como “pesquisidor” de cuanto sucede a nuestro alrededor, aunque no seamos conscientes de ello, sea o no verdad. Siempre está grabando por diversas “pistas” e intenta recuperar aquello que causa satisfacción, recuperando lo que ha guardado en el hipocampo. Y en esta actividad frenética interviene el aprendizaje respecto de lo que acontece en cada vida, desde la preconcepción, donde el adiestramiento en este tipo de actividades, fabricar chismes y cuentos, puede ser una actividad perfectamente asumida en entornos familiares, laborales y de amigos. Si además, socialmente hablando, causa reconocimiento e hilaridad, por lo que se dice y se comenta, el bienestar está servido. Multiplicando el bienestar oculto o expreso, por cien, si estos chismes o cuentos se fabrican por periodistas científicos, que es como se denominan hoy determinados cotillas profesionales, como patente de corso de lo que ocurre en los entornos cotillas de papel cuché o de la alta definición. Multiplicando los cachés de chismosos y cuentistas, de las marcas comerciales, de las empresas de publicidad. Con el dinero de todas y todos los cotillas, al comprar y consumir aquellos productos que se introducen en la cadena de anuncios del programa de cotilleo, como descanso en el papel investigador de la vida de los demás, a cualquier precio, porque a mayor audiencia, mayores ingresos, a costa de los pesquisidores de cuanto pasa, y aún de lo que no pasa, inventores, parleros y chismosos.
El pasado 26 de agosto leí un post en el blog de un periodista muy querido, Juan Cruz, que llevaba por título “El gen del cotilleo”. Termino este post con sus palabras, porque resumen muy bien hasta donde puede llegar el cerebro humano, cotilla y cotillero, que no puede con ese gusano de la aparente felicidad: “El cotilleo es como el gusano inservible de las frutas, lo quitas y parece que la fruta ya no está contaminada por la actividad modesta e insistente del gusano. Pero el gusano, en el mundo de la información malsana, es decir, del cotilleo, el rumor y la difamación, que muchas veces están juntos, es como un gusanillo, intriga su cuerpecillo, lo vemos deambular en torno nuestro y no nos decidimos a matarlo; creemos que es, tan solo, una sombra, y termina apoderándose de la fruta. Este contagio del cotilleo está afectando a la conversación cotidiana, daña a la esencia de lo que nos decimos y abre la puerta para aventuras aún más arriesgadas, en las que se pone en peligro la estima de los otros, y, aunque eso no se note en la superficie, nuestra propia autoestima. Ayer hablaba Gaspar Llamazares en el Congreso de “las mentiras de destrucción masiva”. Hay mentirijillas que si se ponen juntas, y se animan a través del cotilleo, destruyen masivamente no sólo la conversación sino la reputación de las personas, generan un bicho bochornoso del que se tendría que prevenir la sociedad, y no sólo la sociedad de la cultura, la política o el espectáculo, sino la sociedad entera, que un día va a encontrarse que no halla otro tema de conversación que la que propone el cotilleo como materia informativa. El gen del cotilleo está excitadísimo, no le demos tregua”.

Información recogida de: http://www.joseantoniocobena.com/?p=1060