15 agosto 2012

Amistad

Dicen que un perro y un gato no pueden tener afinidad, el perro siempre atacara a gato que vea... sin embargo, yo he visto gatos que dormían plácidamente entre las patas de un perro, incluso hembras lactantes dando de mamar a cachorros de gato, por ello no creo en las grandes verdades universales como que dos Dóminas no pueden ser amigas.

Es cierto que las mujeres somos más propensas a la competición o superación entre nosotras mismas, pero a mi manera de entender las cosas no tiene por que ser una competición insana, en caso de que existiera. Se pueden compartir unos gustos y mejorar aprendiendo de quien sabe más que tu, mejorar o superarse es algo que lo único que nos puede reportar es un beneficio como personas.

La amistad es compartir, dar, querer, escuchar, apoyar y decir en ciertas ocasiones, aquello que no te gusta oír. La amistad hoy en día es algo que se da fácilmente por algunos, para mí es algo que se gana, que se demuestra, que se cuida y sobre todo que se valora diariamente.

Una de las amigas que más quiero es otra Dómina al igual que yo, antes de tratarnos ambas pensábamos de la otra que era una idiota, error bastante frecuente en el género humano de juzgar a las personas sin conocerlas, una inocente charla sobre vestuario dio paso a quedar, charlamos, nos conocimos y seguimos manteniendo contacto casi a diario. Sé que esa amiga esta ahí, al igual que ella sabe que me tiene siempre que me necesite, se ha ganado mi amistad día a día, paso a paso y momento a momento, importándonos a ambas ante todo la persona que hay detrás del rol.

Cuando pienso en ella, siempre me sale una sonrisa, como en estos momentos, no solo hablamos de BDSM, hablamos de nosotras, de nuestro día, de.... bueno son muchas las cosas de las que podemos hablar, ella me ha enseñado una gran verdad, quizás sin saberlo, puedes catalogar a alguien una vez lo has tratado y compartido momentos fuera de un entorno concreto, como una fiesta, sino lo has hecho, y aun así te atreves a juzgar a alguien, entonces demuestras lo que en realidad eres y a ti si se te podrá juzgar.

La distancia, el tiempo, las obligaciones y una parte de dejadez, hace que a veces nos distanciemos de personas cuyo recuerdo hace que una sonrisa aparezca en nuestro rostro y quizás por ello nos sea más difícil aun volver a retomar el contacto con esas personas. Por mi parte, cierta sumisa del levante, una swicht del norte y cierto esclavo de Madrid siguen contando con mi cariño incondicional y mi sonrisa eterna, pues han sido y serán parte de mi vida, personas que han dejado su huella en mi corazón para siempre.


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